La cloración es un sistema de desinfección que crea cloro gaseoso a partir de la sal común, que lleva años demostrando su eficacia y que cada vez tiene mayor número de personas que se deciden por él. De lo único que deberás preocuparte es de los niveles de PH a menos que incluyas un dosificador.
La electrólisis salina consiste en colocar una célula en el circuito de retorno con unos electrodos que determinan la producción del cloro, que gracias a este sistema es sin aditivos, puro y limpio.
El agua es de mejor calidad, el sistema de desinfección trabaja de una manera constante y automática, eliminando coste de productos para su mantenimiento.
Tras desinfectar, la sal convertida en cloro vuelve a transformarse en sal, por lo que el agua no acumula química... además, es un antiséptico natural que previene contra algas y bacterias.
El porcentaje de sal en el agua equivale al de una lágrima, por lo que aporta confort, acelera el bronceado y frena la necesidad inmediata de ducharse tras un baño en cloro químico.
