Publicado: 17 de Septiembre de 2023
Las precipitaciones siempre tendrán algún efecto sobre el agua de tu piscina. Pero si sigues estos consejitos que te vamos a dar a continuación, no se convertirán en ningún inconveniente y podrás mantener tu piscina siempre al 100%.
A continuación, veamos algunas de las consecuencias que las lluvias y tormentas tienen sobre nuestra piscina.
Mayor turbidez en el agua
Se trata de uno de los efectos inmediatos que provoca la lluvia o/y el viento. Al provocar el movimiento de polvo y suciedad en el ambiente, estas partículas acaban dentro de tu piscina provocando que el agua adopte un aspecto turbio.
Desarrollo de algas
La lluvia provoca que partículas de polvo y suciedad caigan dentro del agua, creando el ambiente perfecto para la proliferación de algas. Tendremos que añadir un líquido especial antialgas que podrás encontrar en cualquiera de nuestras tiendas de piscina afiliadas
Desajustes en el pH y el Cloro.
Las precipitaciones provocan alteraciones en los niveles de pH, los cuales tienen una mayor tendencia a aumentar.
Por lo tanto, una vez finalizada la lluvia, será necesario analizar el agua, medir el pH y asegurarnos de que todos los parámetros del agua se mantengan dentro de los niveles óptimos.
Cubre la piscina cuando no la utilices, es uno de los mejores sistemas para proteger una piscina de la meteorología adversa, como la lluvia o el viento, en cualquier época del año.
Además, esta solución no solo nos ayuda a conservar la calidad del agua, sino que también ofrece otro tipo de ventajas:
-Reduce el consumo de agua que se produce por la evaporación.
-Permite retener la temperatura del agua.
-Ayuda a reducir el empleo de químicos.
-Impide la caída de los más pequeños y mascotas.